Con la esperanza de invitar a la reflexión y con la convicción de que es necesario debatir estos temas públicamente una red de organizaciones sociales y culturales creó esta instalación que reproduce fielmente el cuarto de Lucía Pérez, la adolescente de 16 años asesinada en Mar del Plata en octubre de 2016. Se trata de un espacio íntimo expuesto en el espacio público que intenta, así, transmitir y compartir el dolor que representan para cada familia esos crímenes y, a la vez, el espacio de los sueños convertido con esa ausencia en pesadilla.

El cuarto de Lucía se propone exponer públicamente el ámbito privado de la víctima de un femicidio que sigue impune. Consta de dos dispositivos estéticos/comunicacionales:

-El cuarto: El ámbito “privado” en dos sentidos de esa palabra: el de intimidad y, a la vez, el que nos recuerda la privación de esa vida a escala humana. La idea surge ya que las familias sobrevivientes de femicidios cuyas hijas compartían la casa han contado lo mismo: no han tocado el cuarto desde el día del crimen. Sacar a la luz pública ese cuarto es, sobretodo, compartir el peso del duelo de esas familias que ante la falta de justicia se tornó eterna lucha cotidiana contra los aparatos patriarcales vigentes y decadentes. Pero también humanizarlo: no es un “caso” ni una cifra. Es una vida joven, con sueños que ya no podrá soñar.

-Las proyecciones: en un aparato de televisión se emiten en forma continua las 23 horas del juicio oral que dejó impune el femicidio y que, tras una larga batalla librada en la calle y con los pies por la familia de Lucía y la sociedad, se logró anular. En las paredes del cuarto se proyectan videos conceptuales breves, que repiten imágenes y detalles del juicio y la foto de Lucía, la de los acusados, la de los jueces.

-Al “salir” del cuarto, un texto/volante invita a cada visitante a participar de la campaña Justicia por Lucía, adhiriendo a un petitorio y filmando un video por el nuevo juicio oral ya.

La familia de Lucía

La familia de Lucía

Guillermo, Marta y Matías: la familia de Lucía vive y trabaja en Mar del Plata. Guillermo es mecánico, Marta es enfermera y Matías es chef.
Campaña Nacional Somos Lucía

Campaña Nacional Somos Lucía

«Nació con la convicción y la fortaleza de exigir justicia por Lucía Pérez Montero.
Familiares sobrevivientes de femicidios y autoconvocades nos organizamos para derribar esta injusticia patriarcal»
El trayecto
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14/02/21

Mar del Plata

06/04/21

La Plata

12/08/21

Ciudad de Buenos Aires

14/11/21

La Plata

Museo de Arte y Memoria de la Comisión por la Memoria
La Plata, noviembre 2021

 

El cuarto de Lucía tuvo su cuarta edición en el El Museo de Arte y Memoria (MAM) de la Comisión por la Memoria, se inauguró el 14 de noviembre de 2021 en el centro de la Ciudad de La Plata. 

La inauguración se llevó a cabo a tan solo días del inicio de la audiencia por el juicio político a dos de los jueces que dejaron impune el femicidio de Lucía. Marta Montero, la mamá de Lucía agradeció a todes por acompañarles. Dijo: “A veces se habla tan mal de las víctimas, miren este cuarto. Esto era Lucía. Cuando estos jueces hablan así de esta criatura de 16 años tan gratuitamente, nosotros mostramos este cuarto y les decimos esta persona era Lucía. Las mujeres somos libres, tenemos derechos, como seres humanos. El 23 vamos a tener la primera audiencia de un juicio político a dos jueces, a uno de esos jueces se le dio la jubilación anticipada. Los otros dos están a punto de ser enjuiciados, el pueblo es quien juzga. Hace tres años que venimos luchando con este juicio. Buscar esas alianzas, esos compromisos, no nos tenemos que quedar solos, buscar la ayuda de donde sea. Si nos quedamos solos nos hundimos con nuestro propio dolor. Nosotros no tenemos la culpa de que nos hayan matado a nuestras hijas, ellas tampoco. Acepto, esto es lo que me tocó, lo acepto para poder seguir. Estos dolores del alma no se curan con nada. En el juicio de Araceli Fulles se dieron cuatro perpetuas: fue gracias a la lucha. El 23 acompáñennos, ahí tenemos que estar todos juntos en ese juicio político que es histórico. Dos jueces en el banquillo, es un gran triunfo de la sociedad. Que nos vean que no estamos solos, que vean que la sociedad pide un cambio y no quiere más esto. Lucía está acá presente”.

El 26 de noviembre de 2018 los jueces del Tribunal Oral N° 1 de Mar del Plata dictaron una sentencia que dejó impune el femicidio de Lucía Pérez, juzgó a la víctima y la condenó en base a prejuicios: argumentaron, por ejemplo, que “tenía carácter fuerte” para suponer que la violenta actividad sexual que describe la autopsia fue consentida. Lucía tenía 16 años. Su condición de adolescente obliga al Estado a tutelar su intimidad, entre otros derechos.

Un día después, Marta Montero –mamá de Lucía– y Matías Pérez -el hermano– llegaron en micro por primera vez a Buenos Aires para encabezar una marcha que partió de Congreso con ocho personas y llegó a Plaza de Mayo con diez cuadras detrás. Se transformó así en el segundo paro nacional de mujeres. El primero lo había provocado la noticia del femicidio de Lucía.

Unos meses después, 24 diputadas y diputados nacionales presentaron el pedido de juicio político a los jueces responsables de aquel fallo aberrante:  Aldo Carnevale, Pablo Viñas y Facundo Gómez Urso. Así se inició el proceso del jury o juicio politico. 

Todo lo que implicó ponerlo en funcionamiento describe claramente qué dificultades deben superar las víctimas para obtener justicia.

Dos años después de iniciado el proceso nada había avanzado, por múltiples causas, todas complejas y difíciles de superar:

La mayor parte de los legisladores que impulsaron el jury ya habían terminado su mandato.

Para que avanzara el trámite era necesario hacer un depósito cautelar de 250 mil pesos. La familia logró que la Secretaria de Derechos Humanos lo cubra. Cuando la presentaron ya no era necesario: el Procurador General había decidido participar del proceso como acusador, y en ese caso ya no es requisito el depósito.

La Comisión Bicameral bonaerense encargada de aprobar o no el inicio del jury no se reunía ni designaba miembros del Jurado de enjuiciamiento desde hacía cinco años. Había entonces que impulsar que se convocara a esa Comisión a sesionar y que, además, se tratara como tema del día el jury a los jueces del caso Lucía, entre todos los que estuvieron esperando estos cinco años.

La presidencia del jury sumó otra demora: debe ejercerla el presidente de la Corte Suprema bonaerense, quien se excusó: fue quien firmó la resolución que anuló el fallo dictado por estos jueces y convocó a un nuevo juicio penal. Asumió entonces la vicepresidente de la Corte, Hilda Kogan.

En el camino el juez Aldo Carnevale logró jubilarse, beneficio que le otorgó la entonces gobernadora, María Eugenia Vidal

Finalmente se logró la audiencia que admitió los cargos, suspendió a los jueces y les recortó un 40% el sueldo, hasta que se fije fecha del jury. Ocurrió este noviembre de 2021: que se concrete llevó tres años.

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Complejo Histórico Manzana de las Luces
Ciudad de Buenos aires, agosto y septiembre 2021

 

La histórica Manzana de las Luces se convirtió en el tercer museo oficial en albergar a la instalación que representa fielmente el cuarto de Lucía Pérez, la joven de 16 años asesinada en Mar del Plata por una banda narco. Artistas, sindicatos, periodistas, actrices, trabajadoras y más acompañaron a la familia durante las distintas jornadas en las cultura, debate y reflexión colectiva como forma de tejer una red para desarmar la impunidad. La inauguración tuvo lugar en la noche del 12 de agosto, día en que se cumplió un año de la anulación del aberrante juicio que dejó impune el femicidio de Lucía. 

La familia continúa reclamando el comienzo urgente del juicio político a los jueces Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas – cuyo curso ya fue aprobado- y una nueva fecha de juicio para sentenciar a los culpables por el femicidio.

 

Cada domingo en la Manzana de las Luces fue de encuentro en una ceremonia de abrazo colectivo como forma de mitigar el dolor, con el arte como aliado y la compañía como caricia restauradora.

Gustavo Blásquez, director de La Manzana, aseguró que El cuarto de Lucía permite reflexionar sobre la violencia patriarcal, construir redes desde el amor e intentar aliviar las heridas que el Estado produce: “El Museo, como parte del Estado nacional, también tiene que contribuir a reparar algo de aquello que la propia administración estatal —en este caso específico de Lucía, la administración judicial, si bien no es nacional pero es el Estado provincial— ha roto, ha quebrado, ha lastimado, ha traicionado, pero creemos que también la cultura, el arte, son modos de estar juntos y aprender a ser mejores”. Susy Shock, Kndelah, Opera Queer y Karen Pastrana aportaron música, y Piel de Lava, Valeria Lois, Noemí Frenkel y Ver Llover pusieron sus voces para la lectura de la carta que prepararon en especial para esta ocasión Marta, Guillermo y Matías.  

 

Leé la carta de la familia de Lucía: Todo femicidio es evitable

Lo decimos desde el dolor y desde la convicción que nos da la experiencia de haber convertido este sufrimiento en una batalla cotidiana contra la violencia.

Todo femicidio es un golpe brutal para cada familia y una herida social para toda la comunidad pero también, una oportunidad para prevenir los próximos si hacemos lo que hay que hacer hoy, ya, ahora.

El femicidio de Lucía es un ejemplo, es un símbolo, es un alerta, pero no es un “caso”. Es el brutal resultado de una cadena que hace funcionar la maquinaria femicida y es esa cadena la que tenemos que romper, eslabón por eslabón.

El principal eslabón es el que garantiza la impunidad de ese crimen. Es el que se activa desde el primer momento para que la investigación esté contaminada por las complicidades que permitieron que ese femicidio se produzca. Es el que se activa en Salta, por ejemplo, hace diez años cuando asesinan a Cassandre y Horuie, las chicas francesas; o en San Martín con Melina y Araceli; o en esta Capital con Carla; o Córdoba con Cecilia; o hace menos de dos meses, en Santiago del Estero, con Luciana. Todas vidas jóvenes, alegres, que fueron destrozadas, y con ellas, sus familias, sus amigas, sus compañeras de colegio, sus vecinas, sus barrios.

Las familias aprendimos así, con ese golpe atroz, que mientras estábamos aturdidas por el dolor ya se estaban destruyendo pruebas y construyendo relatos para justificar el crimen de nuestras hijas y por eso mismo sabemos que la posibilidad de justicia depende de que en las primeras horas intervenga un equipo que garantice una investigación imparcial, como corresponde. Eso exigimos.

Todo femicidio es evitable. Y una forma concreta de hacerlo es crear un cuerpo especializado de fiscales y peritos para que intervengan en aquellos crímenes en los que la trama de impunidad territorial implique la complicidad policial y judicial.

También aprendimos que otro eslabón que nos condena a esta violencia es el silencio. Por eso las familias estamos convencidas de la importancia que tiene para prevenirlos poder reflexionar en comunidad. En cada escuela, en cada plaza, en cada barrio donde las Lucías son asesinadas por ser Lucías debemos parar el mundo por un rato y sentarnos a pensar qué nos pasó, qué lo hizo posible y cómo evitarlo. Eso exigimos.

Todo femicidio es evitable, repetimos. Pero cuando sucede, las familias tenemos que enfrentarnos a un Poder Judicial insensible, inhumano, injusto. En el caso de Lucía, con mucha lucha, persistencia y apoyo de toda la sociedad, logramos anular un fallo vergonzoso. Hoy se cumple un año de este triunfo que significa, nada menos, un límite a ese asqueroso Poder Judicial: nunca más va a poder juzgar a las víctimas. Eso exigimos.

Y lo logramos .

Pero no alcanza: esos mismos jueces siguen hoy tomando las decisiones en la causa penal de Lucía. Y siguen tomando decisiones en otras causas. Contra esa injusticia también luchamos y logramos que se inicie el trámite de un jury para que se juzgue a esos jueces. Y en ese jury el defensor de los jueces que pretendieron dejar impune el femicidio de Lucía es el mismo abogado que defendió a los genocidas responsables de las torturas, violaciones y desapariciones producidas durante la dictadura en el centro clandestino La Cacha; es el mismo abogado que defendió al Padre Grassi en el juicio que lo condenó por abusar de menores y es el mismo abogado que defendió a los policías que desaparecieron a Miguel Bru.

Este apenas un dato sobre estos jueces, un golpe más de los tantos que recibimos en este largo camino que nos reveló con claridad algo: tenemos que exigir una reforma judicial urgente.

Solo vamos a lograr justicia para las Lucías si somos capaces de construir un Poder Judicial decente, derecho y humano.

Solo vamos a terminar con esta violencia si tenemos un Estado presente, activo y decidido a intervenir en cada femicidio con todas sus herramientas y recursos para que sea el último. Hasta que así sea.

No es una utopía. Es un desafío que nos toca enfrentar y que podemos superar si nos unimos, sin grietas, porque no hay dos bandos posibles si la batalla es contra la muerte.

Hoy estamos acá con El cuarto de Lucía, que representa ese parte de nuestra vida que la violencia femicida arrancó de nuestro hogar. Compartimos ese vacío, esa ausencia, esos sueños que ya no serán soñados, nuestra pesadilla, con la esperanza de que les transmita nuestra convicción: Ni Una Más es posible.

Hagamos todo lo que hay que hacer y más hasta que así sea.

Muchas gracias.

Con amor,

Marta, Guillermo y Matías

Talleres presenciales y virtuales

Cada martes y miércoles se realizaron talleres virtuales que se enfocaron en la prevención de violencias. Participaron responsables de programas de escuelas secundarias, trabajadoras judiciales, responsables de centros culturales bonaerenses. Se sumaron además talleres presenciales organizados por la CTAA, ATE y el Ministerio de las Mujeres bonaerense.

La instalación El Cuarto de Lucía se despidió tras un mes de exhibirse en La Manzana de Las Luces con una ceremonia que combinó arte, música y reclamo de justicia. Las voces de Lula Bertoldi y Brenda Martin de Eruca Sativa, el hip hop de La cultura está en el barrio, las infancias de la organización Niñez y Territorio protagonizaron el cierre, que también contó con una llamada candombera por las calles de San Telmo. Las voces de familiares sobrevivientes de femicidios y de la familia de Lucía. 

Museo de Bellas Artes Emilio Pettoruti
La Plata, abril 2021

 

El cuarto de Lucía tuvo su segunda edición en el Museo Provincial de Bellas Artes Emilio Pettoruti, se inauguró el 6 de abril de 2021 en el centro de la Ciudad de La Plata. 

Cada persona que recorre la instalación que reproduce el cuarto de Lucía sale distinta y transformada. No todas salen llorando; todas salen atravesades, con ganas de conversar con alguien, dejar un mensaje, una firma, un pedido, de charlar con Marta y Guillermo, que en la muestra en el Museo Emilio Pettoruti de La Plata están presentes, viendo las reacciones pero también siendo parte protagonista de una puesta en escena que ellos decidieron acompañar viajando desde Mar del Plata, haciendo malabares con los horarios laborales.  

En esta edición, además de la reproducción del cuarto, de la proyección de videos y de la invitación a realizar una acción junto a la Campaña Somos Lucía, sobre el reverso de la muestra se comenzaron a pintar los más de 900 nombres de mujeres y personas trans asesinades en la Provincia de Buenos Aires. 

Después de años de lucha tras el juicio misógino que dejó impune el femicidio de Lucía, la Bicameral que enjuicia a los magistrados confirmó que se iniciará un juicio político contra dos de los jueces que firmaron el vergonzoso fallo: Juan Facundo Gómez Urso y Pablo Viñas. El jury no alcanzó a Aldo Carnevale, el tercer juez que componía el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata, ya que pidió la jubilación anticipada, la cual le fue concedida por la ex gobernadora María Eugenia Vidal. 
Fue el mismo día en el que en la misma ciudad sede de esos tribunales, La Plata, quedó inaugurada la muestra El Cuarto de Lucía.

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Centro Provincial de las Artes Teatro Auditorium
Mar del Plata, febrero 2021

 

En la rambla emblemática de la ciudad balnearia, precisamente el día en que Lucía cumpliría 21 años, el 14 de febrero de 2021, se inauguró por primera vez El cuarto de Lucía. La acción se planificó en 15 días entre una charla de Marta Montero, mamá de Lucía, con la periodista y escritora Claudia Acuña, a partir de la que se conformó un equipo de trabajo con el Teatro Auditorium, Almacenes Culturales y la Campaña Nacional Somos Lucía. 

El domingo de la inauguración una ronda acompaña a Marta: “Tenemos que mirar el cuarto de Lucía para ver cómo es el cuarto de una adolescente. Ahí está su vida, sus amores, su cultura, las cosas que a ella le gustaban. Quiero que cada uno se sienta identificado en esas cosas, las que le gustan a cualquier adolescente. Es una mirada para que veamos cómo las víctimas transformamos ese odio y ese maltrato que tienen ellos. A varios les vendría bien pasar por el cuarto para que sepamos en qué consiste el cuarto de una niña. Todo lo que matan”. 

La familia de Lucía se enteró esa misma semana que el juez Viñas seguía teniendo injerencia en la causa, por lo que requirieron a la Cámara de Casación. También se enteraron que los jueces Viñas y Gómez Urso iban a ser los que tomarían intervención en la causa por el femicidio de Natalia Melmann, ocurrido hace 20 años, el 4 de febrero 2001. La familia Melmann pidió que se los aparte. Dice Marta Montero, mamá de Lucía: “Acá está pasando algo más siniestro: no es sólo que estos siniestros no pueden estar, sino que hay que hablar de complot, de intereses y de mafias metidas”.

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