5 casos, 5 vidas 

Travesticidios y transfemicidios

Alejandra Benítez

34 años. 5 de noviembre. San Miguel de Tucumán. Asesinada con arma de fuego durante la madrugada en Avenida Roca y Ayacucho. Alejandra junto a un amigo se encuentra en la vereda de su casa, en un complejo habitacional donde la mayoría de las inquilinas son chicas trans, tomando unas cervezas. Horacio Ricardo Puenzo, de 33 años, se baja de la moto para conversar con Alejandra. Su amigo Diego se aleja unos metros para dejarlos conversar. Tras una discusión Puenzo dispara cinco veces a quemarropa contra Alejandra; su amigo, que intentó auxiliarla, resultó herido de dos disparos.

La Unidad Fiscal de Homicidios Nº 2, a cargo de Carlos Sale, logró identificar a Puenzo como el principal sospechoso del travesticidio. No se conocen los motivos de la discusión y tampoco el vínculo entre Puenzo y Alejandra; sí que se conocían, pero no tenían una relación íntima. Puenzo estuvo prófugo casi una semana; se entregó el miércoles 11 y fue detenido con prisión preventiva por 90 días.

La investigación por “homicidio agravado por odio a la identidad de género y femicidio en concurso real con tentativa de homicidio” está en situación avanzada, con allanamientos, secuestros y testigos que reconocieron a Puenzo como el homicida.

Francisca Cornejo

26 de septiembre. 63 años. Ciudad de Córdoba. Murió de un paro cardíaco atada de pies y manos, no había signos de violencia, la casa estaba revuelta. La fiscalía del Distrito III turno N° 5 de Córdoba, a cargo de Patricia García Ramírez, investiga un homicidio en ocasión de robo. La causa no tiene carátula y no se han determinado autores.

Desde la fiscalía no afirman ni descartan un crimen de odio. Tampoco hay detenidos ni imputados, pero presumen que al menos dos personas ingresaron a su domicilio. Francisca vivía sola en el barrio Parque Liceo, 1º sección, en la periferia al norte de la capital cordobesa. La encontró su hermano; la puerta estaba abierta y nadie respondió. Los vecinos comentaron a los medios de comunicación que se encontraba en situación de pobreza: la casa estaba en mal estado y tenía los servicios esenciales suspendidos. La barriada quedó conmocionada porque era una vecina de muchos años.

Melody Becerra

29 de agosto. 27 años. Guaymallén, provincia de Mendoza. Asesinada de seis balazos durante la madrugada. Le dispararon desde un auto en movimiento, que circulaba con al menos dos personas, que se fugaron. Por las cámaras de seguridad de la zona y la declaración de algunos testigos, detuvieron a Darío Jesús Chaves Rubio (31), auxiliar principal de la Comisaría 34 del Barrio Bancario de Godoy Cruz.  El arma que se le incautó a Chávez coincide con las balas que asesinaron Melody, quien fue asesinada en una de las zonas rojas del Gran Mendoza.  Para el colectivo travesti-trans la carátula de la causa tiene que ser travesticidio. Lograron así que la instrucción a cargo de la fiscal Andrea Lazo, de la Fiscalía de Homicidios Nº 6 de Guaymallén, investigue el crimen como“homicidio agravado por el odio a la expresión de género en concurso ideal con homicidio agravado por la condición de sujeto activo y homicidio agravado por alevosía”. El imputado está detenido y la causa está en instrucción preparatoria.

Vanesa Rotolo Solórzano

11 de agosto. 20 años. San Miguel de Tucumán. Asesinada a puñaladas por la espalda. Su femicida fue identificado como Daniel Alejandro Díaz, de 30 años, un taxista que durante la madrugada habría agredido a Vanesa para no pagar su servicio sexual.

Vanesa vivía con su hermana y sus sobrinos. Estaba en situación de prostitución a falta de otras posibilidades laborales, pero su sueño era ser maquilladora. Amaba el mundo drag. La causa, en proceso de trámite, se investiga como “homicidio cometido por odio a la identidad de género” y está  a cargo de Carlos Sale, de la fiscalía de homicidios.

Díaz está imputado y con prisión preventiva porque la fiscalía consideró que había peligro de fuga. Su defensa apeló esta medida, que podría extenderse a partir del 1º de enero de 2021. El procesado está alojado en una comisaría hasta que se habiliten cupos en el penal de Villa Urquiza.

Karly Sasha Chinina Palomino

5 de marzo.  33 años. Ciudadela, provincia de Buenos Aires. Baleada durante la madrugada, sobre Avenida Rivadavia, en un paso nivel de las vías del tren, donde sobrevivía ofreciendo servicios sexuales. Tres hombres se bajaron de un auto, le dispararon y se fugaron, luego de una discusión sobre venta de drogas.

Marcela Tobaldi, presidenta de La Rosa Naranja dijo a Agencia Presentes que el asesinato de Karly se vincula “a las mafias de la trata de personas que padece el colectivo trans y travesti, que son las que nos obligan al mercado de estupefacientes y nos obligan a pagar plazas cuando no debería ser así. En este caso, esta chica siempre se negó a pagar y terminó con un balazo en el pecho”. 

Karly era peruana y vivía en Capital. La causa está a cargo de la UFI Nº 5 de San Martín y la lleva la fiscal Gabriela Disnman, que no dio información sobre si hay imputados, pero afirmó que avanza en la investigación con carátula de “homicidio simple”.

Karly, Gala, Vanesa y Melody, no llegaron a superar el promedio de esperanza de vida travesti–trans y las circunstancias de sus crímenes exponen crudamente los por qué.

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